lunes, 4 de junio de 2007

El mermeladero legendario

Cuenta la leyenda, que hace millones de años, existió un mago llamado Pahlas. Era un hombre mayor... mayor que una rata, pero menor... menor que un elefante. Era mago de vocación, pero los caprichos del destino le habían llevado a trabajar untando rebanadas de pan con mermelada, es decir, era un mermeladero. Todo el mundo le conocía con el nombre de El mermeladero legendario, ya que no había sabor que no pudiera conseguir (gracias a sus poderes de mago).

Un día, tuvo un extraño cliente con una todavía más extraña petición: quería una rebanada con mermelada de sardina. Pahlas, que era la primera vez que oía algo así, no dudo un momento en satisfacer a su cliente con ayuda de la magia. Al poco tiempo, la rebanada de mermelada de sardina estaba preparada, y el cliente se sintió satisfecho del buen hacer de Pahlas.

- Oh!, La textura de esta mermelada es sublime... Y que bien untada está. Y el sabor... hmmm... sabe a sardina y a mermelada al mismo tiempo. Es justo lo que deseaba. ¡¡Es una obra maestra!!.

Al día siguiente volvió el mismo cliente, que había quedado satisfecho, esta vez con una petición todavía más extraña si cabe:

- ¡Quiero un bocadillo de mermelada de baba de caracol!. Siempre ha sido mi deseo desde pequeño, pero nunca nadie ha conseguido satisfacerlo. Sé que tu si que serás capaz, por eso te ruego concedas el deseo de este pobre anciano... antes de que las negras manos de la muerte se abalancen sobre mi alma...

El mago no pudo evitar poner cara de asco ante tal petición pero quedó conmovido por el deseo de su cliente y volvió a usar la magia,para concederle al cliente su bocadillo de mermelada de baba de caracol.

El cliente, que era ya muy anciano, se comió el bocadillo al instante. Y entonces... parecía increible... ¡¡El cliente rejuveneció hasta convertirse en un apuesto joven de unos 15 años!!.

Ambos hombres se quedaron impresionados ante tal milagro. Ninguno de los dos podía creerse lo que estaba pasando... Y todo por el efecto de la mermelada de baba de caracol.



Cuando logró sobreponerse a su asombro el cliente, ahora joven, le propuso al mago un trato: montarían una tienda de venta de bocadillos de mermelada de baba de caracol. Así se harían ricos, ya que no venderían simplemente bocadillos de mermelada, sino que lo que ofrecerían sería ni más ni menos que la vida eterna. ¡¡El sueño de cualquier mortal!!.

Pero antes de que tuviera tiempo de aceptar, el mago tuvo un ataque al corazón y murió al instante, y el secreto de la mermelada de baba de caracol murió con él, para siempre....

FIN

Moraleja: A quien buena árbol se arrima, amanece más temprano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

eres la hostia tio... tu blog es recontra bacannnn eres un heroe